El Cúcuta Deportivo sumó, frente al Real Cartagena, su tercera victoria consecutiva en el Torneo Postobón. En siete fechas jugadas, el cuadro dirigido por Héctor Estrada lleva 10 puntos y está situado en la novena casilla de la tabla de posiciones.
Luego de un arranque nefasto, en el que solo sumó una unidad en cuatro partidos, el equipo se sacudió, empezó a ganar y a mostrar un cambio radical comparado con el arranque del campeonato.
Lo que más nos alegró a los hinchas rojinegros no fueron los tres puntos, sino los destellos de buen fútbol mostrados a ratos por el conjunto motilón. Aunque se cometieron errores en defensa, que deberán corregirse lo más pronto posible, el once fronterizo mostró que, con sacrificio, trabajo y mucha dedicación, tendrá con qué pelear un cupo en la A para el año 2015.
Foto tomada de Internet
Como siempre digo, y como lo dije en las fechas en las que Cúcuta no sumaba, con estos triunfos no debemos creernos los mejores, así como con las derrotas no debemos sentirnos los peores.
El fútbol, y en especial este Torneo Postobón, es muy cambiante y el resultado que vale es el de la final en el último mes del año. Por lo tanto, hay que ser prudentes a la hora de ser triunfalistas o negativos con el equipo.
Recuerdo el año pasado, cuando por esta fecha éramos líderes invictos del campeonato con seis partidos jugados y todos nos ilusionabamos con el título. A partir de la fecha 7, en la que Cúcuta perdió con Millonarios 2-1 en Bogotá, todo se derrumbó y empezó el declive que nos llevó a la segunda categoría o como lo llamamos en Colombia al nefasto y temible infierno de la B.
Con esto, solo quiero demostrar que el torneo es largo y que aun falta mucho por recorrer, por lo que directivos, jugadores, cuerpo técnico e hinchas debemos ser cautelosos a la hora de festejar para no volvernos a estrellar como nos ha pasado tanto en los últimos años.
Claro, todos podemos celebrar a rabiar (yo también lo hice). Pero a partir de hoy, solo hay que pasar la página y pensar en lo que viene. El 3-1 al Cartagena ya es historia, de eso no hay duda.
Ahora, la obligación de los jugadores será mantener el nivel de juego. Y la de los hinchas, llenar el General Santander en los dos partidos consecutivos que tenemos de local y demostrarle al equipo que todos estamos ilusionados y dispuestos a dejar la vida, cada cual desde su parte, para conseguir el anhelado regreso a la categoría de privilegio del fútbol profesional colombiano.
Recuerdo el año pasado, cuando por esta fecha éramos líderes invictos del campeonato con seis partidos jugados y todos nos ilusionabamos con el título. A partir de la fecha 7, en la que Cúcuta perdió con Millonarios 2-1 en Bogotá, todo se derrumbó y empezó el declive que nos llevó a la segunda categoría o como lo llamamos en Colombia al nefasto y temible infierno de la B.
Con esto, solo quiero demostrar que el torneo es largo y que aun falta mucho por recorrer, por lo que directivos, jugadores, cuerpo técnico e hinchas debemos ser cautelosos a la hora de festejar para no volvernos a estrellar como nos ha pasado tanto en los últimos años.
Claro, todos podemos celebrar a rabiar (yo también lo hice). Pero a partir de hoy, solo hay que pasar la página y pensar en lo que viene. El 3-1 al Cartagena ya es historia, de eso no hay duda.
Ahora, la obligación de los jugadores será mantener el nivel de juego. Y la de los hinchas, llenar el General Santander en los dos partidos consecutivos que tenemos de local y demostrarle al equipo que todos estamos ilusionados y dispuestos a dejar la vida, cada cual desde su parte, para conseguir el anhelado regreso a la categoría de privilegio del fútbol profesional colombiano.
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