Mí colección

miércoles, 10 de septiembre de 2014

28 AÑOS DE AMOR EN 90 AÑOS DE HISTORIA

Por Mauricio Jaramillo Mutis
 
 
Por estos días en los que el equipo del alma, el Cúcuta Deportivo, cumple 90 años de existencia, pensé en contar mi experiencia como hincha de un equipo sufrido pero grande.
En 1986, año en el que nací, mi cabeza no daba para enamorarme de estos colores. Pero quienes estaban a mí alrededor sí lograron que esto pasara, ya que diferentes familiares de lado y lado estuvieron ligados muchas veces al equipo de fútbol de la tierra.
Así pues, aunque fue hasta los cuatro o cinco años que empecé a saber que el Cúcuta Deportivo existía, siento que toda la vida he llevado el rojinegro en la sangre por lo que este es un amor que jamás va a morir.
Este es uno de los recuerdos más viejos que tengo del equipo.
A lo largo de los años que he estado en la tierra, he visto pasar al cuadro motilón por muchas épocas. Años en la B, momentos inolvidables en la A y muchas escenas que uno quisiera como hincha nunca recordar, pero que hacen parte de un archivo que llevo en el alma y que nunca voy a olvidar. Para mí, el club siempre ha sido mucho más que sus jugadores y directivos, por lo que poco me importan los resultados a la hora de ir detrás del Doblemente Glorioso.
En el General Santander, que es como la casa de los abuelos, he estado muchas veces. Algunas de ellas con tribunas llenas y otras con graderías que asustan. Como en todo en la vida, los oportunistas siempre han estado presentes y son ellos los que se matan por una boleta y una camisa cuando vamos bien y los que se cambian de equipo y les da pena decir que son hinchas del rojinegro cuando vamos mal.
Esa no es mi situación, ya que cada vez que estoy en la ciudad, sin importar la posición en la tabla o la categoría o torneo que juguemos, siempre soy el más orgulloso y disfruto en la tribuna como si fuera el último partido. En realidad, no disfruto un juego por quienes estén sentados en las gradas, sino por ver a mi equipo del alma.
Esta camisa es una de mis preferidas. Creo que cualquiera que la ve recuerda esta época.
Esos que solo compraron la camiseta en la época de la Libertadores y que solo asisten al estadio cuando estamos arriba, no tienen mi respeto como hincha del fútbol. Por ellos, prefiero que el equipo siga donde está pues es triste ver que cuando más apoyo necesitamos todos se esconden y pasan a vestirse de rojo, azul o verde.
Espero que las cosas cambien y que el Cúcuta vuelva a ser un equipo respetado en la A. Somos un cuadro tradicional y aunque muchos no lo acepten en el país esa es la verdad, así que no podemos dejar solo al equipo ahorita que lo necesita.
No solo tengo camisas, también boletas, recortes de prensa, libros y revistas sobre el Cúcuta Deportivo.
Un saludo especial a todos los hinchas fieles del club y a los no tan fieles también. Volvamos a hacer de nuestro equipo algo grande. Esto no solo depende de los jugadores y los directivos, también depende de nosotros así que pongámonos pilas para volver a hacer del General Santander esa caldera rojinegra que durante muchos años fue.