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miércoles, 15 de enero de 2014

Charla de fútbol con Jorge Luis Pinto

El año pasado, justo después de clasificar al Mundial de Brasil 2014 con Costa Rica, el técnico santandereano Jorge Luis Pinto estuvo en Cúcuta. Como es habitual, el 'profe' pasó por La Opinión y tuve el gusto de tener una charla de fútbol, de más de una hora, con él y otras personas del periódico. 

La verdad, fue una conversación muy amena, además porque luego de la charla fuimos en su carro al estadio General Santander a hacer una sesión de fotos. Allí, Pinto recordó su paso por el Cúcuta Deportivo y se dejó llevar por la nostalgia y la emoción de volver al estadio que lo vio coronarse por primera y única vez en el fútbol colombiano. 

Este fue el resultado de la entrevista que fue publicada en La Opinión el 22 de septiembre de 2013 y luego, por él mismo, en su página web www.jorgeluispinto.com 

Foto tomada por Edgar Cusgüen Olarte, reportero gráfico del Diario La Opinión de Cúcuta, durante la charla en la oficina del director de este periódico. 

Estos son los links de la nota original. 
www.laopinión.com
www.jorgeluispinto.com

"No tengo rencores, vivo del presente": Jorge Luis Pinto
Este fue el pdf de la página publicado por Pinto en su página web. 

Tranquilo, sereno y con la satisfacción del deber cumplido, Jorge Luis Pinto Afanador aterrizó esta semana en Cúcuta para participar de distintos eventos y recibir homenajes y condecoraciones por su clasificación con Costa Rica al Mundial de Brasil 2014.

Desde que se bajó en el aeropuerto Camilo Daza, el único técnico campeón con el Cúcuta Deportivo en la primera división ha recibido innumerables muestras de afecto del pueblo nortesantandereano, que no olvida los triunfos y las noches de gloria que Pinto le dio al equipo de la ciudad.


En medio de su ajetreada agenda, el estratega de la selección costarricense de fútbol sacó tiempo y visitó las instalaciones del diario La Opinión, en donde compartió durante una hora sus vivencias en el fútbol nacional y mundial.

El momento cumbre


Cuando el árbitro del enfrentamiento entre Honduras y Panamá sentenció el final del partido y la selección costarricense selló su boleto directo a Brasil 2014, este hombre santandereano de carácter recio, mostró su lado más humano, más íntimo, y soltó lágrimas de emoción cargadas de nostalgia y sentimiento.
 

En ese instante inicial de shock, en el que las vivencias del pasado se vuelven en la mente como películas del presente, entre las muchas cosas que pensó, se le vino a su mente el recuerdo de un maestro: Gabriel Ochoa Uribe. El médico, como era conocido en el mundo del fútbol, fue el causante de que este joven talentoso, con ganas de aprender, se convirtiera en una de las promesas del balompié nacional.
 

“Mi primera inclusión en el fútbol fue cuando Ochoa, en  un evento de la Universidad Pedagógica, seleccionó a cinco estudiantes (entre esos yo) para que fuéramos a trabajar a modo de prueba en Millonarios. Allí nos puso a preparar físicamente a los jugadores y a los dos meses me llamó y me dijo: definitivamente, me quedo con usted”.


Mientras cantaba, lloraba, gritaba y celebrara con sus jugadores, también se le vinieron a la mente momentos memorables de sus tardes de infancia ligadas al deporte que hoy en día le da un sustento de vida. “Yo coleccionaba a los diez años, en San Gil, las láminas del álbum del Mundial del 62. Cuando veía la página de Colombia siempre pensaba que algún día quería estar en una Copa del Mundo. Hoy, casi 50 años después, tengo el boleto en mis manos”.
 


Aunque tiene el cupo asegurado para asistir a Brasil 2014, Pinto no siente que su sueño esté cumplido todavía. “Todo el mundo me habla de una meta consumada, pero lo más importante es la competencia oficial. Nosotros no nos preparamos solo para clasificar, nos entrenamos con la única intención de hacer un gran trabajo en la Copa del Mundo”.
 

Foto tomada por Edgar Cusgüen Olarte, reportero gráfico del Diario La Opinión de Cúcuta

Una etapa cerrada

A pesar de que por estos días todo es felicidad, el técnico colombiano no olvida su paso por la selección tricolor. Lo rememora con un tono sincero  y un rostro que pese a irradiar tranquilidad transmite algo de lo que fue la  frustración de aquella experiencia.  


“Aunque no logré la meta, hice un trabajo difícil que hoy está dando resultados. A mí, fue al que me tocó la transición generacional y fui yo el que tuvo que sacar a varios veteranos históricos de la selección, eso es jodido para cualquier entrenador”.

Además, sin ganas de cobrar lo que hizo, el santandereano se enorgullece porque “de los 11 titulares que están jugando ahora con Néstor Pékerman, 8 debutaron o empezaron a jugar en forma en la selección durante mi proceso”.
 


Para él, el hecho de que Colombia vaya a volver a una Copa del Mundo con un técnico extranjero solo demuestra algo que se dijo mucho tiempo, pero que no se había podido comprobar. “Muchos periodistas le dan al técnico nacional sin piedad, esa es la verdad. Creo que en este proceso quedó demostrado. La virtud de Pékerman es que supo zafarse un poco de los medios de comunicación”.


Seguramente, en la cita mundialista habrá más técnicos colombianos, ya que Ecuador, con Reinaldo Rueda, y Honduras, con Luis Fernando Suárez, están a punto de lograr el tiquete al mundial suramericano.
 


Al ser preguntado por la posibilidad de enfrentar a alguno de sus compatriotas o a la selección Colombia, Pinto suelta una risa nerviosa y asegura que “No me imagino tener que enfrentar a alguno en el mismo grupo, sería algo increíble, indescriptible. El hecho de que haya tantos colombianos dirigiendo por fuera solo muestra que la profesión de entrenador en el país se está cotizando cada vez más”.
 


Sobre sus días al mando de la selección cafetera, Pinto tiene solo buenas memorias. Sin embargo, parte del pueblo colombiano quedó con la idea de que Jorge Luis salió en malos términos de la Selección, debido a algunas disputas con los jugadores. “Nosotros los santandereanos tenemos carácter, temperamento y no nos doblegamos frente a la adversidad. Hablamos con tono de voz fuerte, es cierto. Que digan que tengo mal genio no me molesta, lo que sí me enfada y he rechazado de los medios es que digan que tuve problemas con los jugadores de la selección. Tuve inconvenientes con dos futbolistas, como pasa en casi todos los equipos, pero por eso no se puede decir que me la llevaba mal con ellos, es no es cierto”.
 

Aunque hay un dicho que dice que nadie es profeta en su tierra, Pinto, que ha logrado varios éxitos en el exterior, no cree que el caso de él sea ese, puesto que a pesar de las dificultades cree que ha sido un técnico exitoso en el país. “El mundo que yo viví los primeros años en el fútbol colombiano fue muy bravo y yo nunca me metí en eso. Acá hubo mucho tiempo de fútbol manipulado y de arbitrajes controvertidos. Hoy el fútbol de Colombia es equilibrado y todos pueden ganar, no es como antes. Pienso que esta es una de las razones por las que no gané más títulos en el país, aunque estuve muy cerca en varias ocasiones”.


Antes de abandonar La Opinión, luego de disfrutar de dos deliciosas tazas de café y de una charla amena de fútbol, Pinto contó cómo han sido sus días desde que logró la clasificación al torneo de fútbol más importante del planeta. “He tenido mucho contacto con toda Colombia. Los medios de comunicación me escribieron, me felicitaron, tengo mucho agradecimiento por tanto afecto. También, el presidente de la República me llamó y me felicitó. El que me llame lo atiendo, ojalá mis detractores tengan el valor de llamarme”. Además, Pinto concluyó aseverando que “yo no olvido lo que pasó en el pasado, pero lo que viene es más importante así que no me desgasto. No tengo dolores ni rencores de ningún tipo con nadie, vivo feliz y encantado con el fútbol porque todavía me queda una carrera larga por delante y la voy a disfrutar como lo he hecho siempre en todos los equipos en los que he estado”.

Hombre de cábalas

En el 2006, en el arranque de los cuadrangulares finales, cuando entrenaba al Cúcuta Deportivo, Pinto usó en Neiva, bajó un calor incesante, una chaqueta negra, que era la de la buena suerte. 

Sorprendidos, los periodistas que asistieron al estadio y presenciaron la victoria 1-0 del equipo motilón le preguntaron que por qué usaba este saco tan caluroso en una ciudad tan caliente. Con una sonrisa picaresca, el entrenador rojinegro confirmó que “esta es una prenda que me trae buena suerte y no me la voy a quitar mientras siga ganando”. Al final del año, Cúcuta fue campeón.

Impulsado por una costumbre que venía desde sus inicios en el fútbol, el sangileño se ha vuelto cada vez más supersticioso y a lo largo de los años ha tenido en los equipos que ha estado distintas prendas de buena suerte. “Con Costa Rica, tengo una chaqueta amarilla para los juegos difíciles. En el partido frente a EE. UU. me la puse y no perdimos. Además, tengo la costumbre de que cuando pierdo no vuelvo a usar la ropa que tenía ese día”. Pero sus agüeros van mucho más allá de la ropa. El exseleccionador nacional siempre que entra a un camerino, lo primero que hace es revisar los guayos. Normalmente, el utilero del equipo los ordena en filas. “Cuando ingreso al vestuario reviso la indumentaria. No puede haber nada desordenado, los guayos deben estar alineados perfectamente porque si no siento que eso nos va a traer mala suerte. Son mañas que va agarrando uno con el paso de los años”.





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